viernes, 9 de mayo de 2014

EL TAMBOR DEL CHAMAN

Hay una frase en idioma lakota: "Mitakué Oyas ´In". Quiere decir: "Todos estamos interrelacionados." Se pronuncia en diversos momentos de las ceremonias de medicina que hoy vuelven a celebrarse en distintos puntos de nuestro continente, a la usanza de nuestros antepasados. Los herederos de la sabiduría y las tradiciones antiguas del norte de nuestro continente recorren diversos países enseñando los rituales conservados por los ancestros desde hace centurias, buscando hombres y mujeres interesados en volver a sentarse en un círculo frente al fuego para recuperar la memoria de algunas de las formas de la espiritualidad nativa americana.
Se estima que los tambores fueron utilizados por civilizaciones ancestrales desde hace entre 20.000 a 30.000 años. Los tambores chamánicos fueron considerados, por tanto, uno de los métodos más antiguos para la curación. Utilizados en diversas culturas alrededor del planeta, estos elementos de cura, revelan que su técnica es muy similar en todo el mundo. El chamán utiliza un tambor, sacándole un sonido repetitivo que varía en su , ritmo, compás, intensidad y timbre.
El sonido del tambor es muy importante como elemento de reconexión del ser humano con sus niveles instintivos, intuitivos y vitales. Se trata de las sutiles variaciones de timbre y de cambio de matices que permiten que al que lo toca, y/o al que lo escucha, comunicarse de manera más profunda con el mundo sutil. Al tocar el tambor, se puede desarrollar una mayor capacidad de escucha y un ejercicio de encuentro con su ritmo personal, unido al ritmo de la madre Tierra y de Todas sus Relaciones.
Parte de la formación de un chamán implica aprender a escuchar e interpretar una gama más amplia de frecuencias de los sonidos del tambor. El chamán escucha y encuentra el tono adecuado, el sonido adecuado para que los espíritus respondan. A través de los tonos y armónicos del tambor, el chamán evoca las energías sutiles invisibles del mundo espiritual, que es la telaraña de la propia vida.
Los espíritus de la naturaleza crean su mundo propio sonido, y es posible para los seres humanos comunicarse con ellos a través del sonido del tambor. El sur de Siberia es uno de los pocos lugares en el mundo donde la herencia chamánica se ha mantenido intacta. Kayala, iniciada en el arte del tambor Siberiano, usa el tambor para transmitir a los espíritus de un lugar sus saludos, peticiones y gracias. Se trata de una práctica espiritual para ayudar a los seres humanos se relacionan con toda la naturaleza.
Los Tambores abren el oído interno espiritual del chamán y sus ojos del espíritu, y llaman a los espíritus de ayuda. Como musicóloga Kayala explica: “Al cambiar y escuchar las frecuencias y los armónicos del tambor, el chamán es capaz de enviar mensajes y recibir información, tanto en el mundo de los espíritus como de un paciente. Por ejemplo, el chamán puede utilizar los matices de enviar señales al cielo, donde provocan una voz desde el cosmos, a su vez, las señales cósmicas son capturadas en el tambor y se refleja al chamán a través de la creación de vibraciones sanadoras. El chamán construye un sonoro paisaje que interactúa con el mundo natural armonizando lo que está en desarmonía.”
Funciones del tambor chamánico
La función principal del tambor chamánico es inducir estados alterados de conciencia y la realización trances para el viaje al mundo sutil. El chamanismo es el esfuerzo intencional para adquirir y consolidar todas las relaciones existentes desde la personal hasta la cósmica, y ayudar a viajar a los reinos donde moran los espíritus. La razón para el desarrollo de relaciones personales con los ayudantes espirituales es adquirir sabiduría, técnicas de sanación, y otra información vital que puede beneficiar a todos. Es este contacto directo con el espíritu y el uso del estado de trance que distingue al chamán de otros profesionales de la sanación.
Cuando se invoca un espíritu, a menudo hay un ritmo de acompañamiento que se produce intuitivamente. Los chamanes utilizan con frecuencia ritmos específicos para convocar a su espíritu para ayudar a la obra en cuestión. Los chamanes pueden tener un repertorio de establecer ritmos de curación para tratar una variedad de condiciones, o improvisar un nuevo ritmo, único indicado para la situación.
Tambores promueven la curación
Al igual que los colores del arco iris, cada cultura tiene su propia tonalidad o identidad, pero cada uno es una parte del todo. Aunque la función o la intención pueden diferir de una cultura a otra, tambores rítmicos siempre tienen el mismo poder y los efectos terapéuticos en todas las tradiciones.
Las cualidades resonantes y los atributos de estos fenómenos rítmicos son universales y entran en juego cada vez que se toca el tambor. Las ondas de sonido producidas por el tambor difunden su energía a los sistemas de resonancia del cuerpo, mente y espíritu, haciendo vibrar en simpatía. Cuando el tambor, nuestra carne viva, las ondas cerebrales, los patrones y la energía espiritual comienzan a vibrar en respuesta, se produce la alineación y la sanación.
La ciencia ha verificado efectos terapéuticos del uso del tambor
En las investigaciones médicas que se han hecho, estudios indican que los tambores estimulan el sistema inmunológico y produce naturales experiencias placenteras, una mayor conciencia de la dinámica del preconsciente, la liberación de un trauma emocional, y la reintegración de uno mismo.
Otros estudios han demostrado que efectos como la calma, concentración y efectos curativos en los pacientes con Alzheimer, niños autistas, los adolescentes con trastornos emocionales, los drogadictos, los pacientes de trauma. Los resultados del estudio demuestran que el tambor es un tratamiento valioso para el estrés, la fatiga, la ansiedad, hipertensión, dolores de cabeza, asma, dolor crónico, artritis, y el sueño y los trastornos emocionales.
Nuestros encuentros Ronda de Tambores
En Lila Wakan, nosotros nos sentamos al rededor de la Rueda Medicial, del Fuego Sagrado, y tocamos tambores confeccionados de forma ritual, para invocar el conocimiento, la escucha, el ritmo y los espíritus de ayuda, evocando cura, consciencia y paz para todas nuestras relaciones.
Nuestro proposito es encontrar a sabiduria ancestral que vive en silencio adentro de cada uno, curar nuestras almas encontrando sus “partes” perdidas en el trayecto de nuestra evolución, rescatarlas para sanar nuestro pasado, honrando nuestros ancestros y nuestra misión de almas.
Cantamos cánticos sagrados, y ejercitamos el canto intutitivo, espontaneo. También tocamos otros instrumentos ancetrales como el maracá, los chocalhos y los rattles de serpiente.
Tupakumai y Kayala, en su jornada de investigación de las culturas nativas, han traído a Uruguay las Rondas de Tambores, proporcionando a las personas que de estas ceremonia participan, encontrarse con el sonido esencial de sua almas, desarrollar sus capacidades intuitivas, reconectarse con vidas pasadas, para sanar y cumplir con etapas que se findan, y también encontrarse con otras personas que están en el camino de búsqueda desde los ritos sagrados de encuentro y celebración al rededor del Fuego Sagrado.

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