viernes, 24 de mayo de 2013

La intención positiva detrás de un comportamiento “agresivo”, por ejemplo, es a menudo “protección”. La intención o propósito positivo detrás del “miedo” es normalmente “seguridad”. El objetivo positivo detrás de la “ira” puede ser “marcar los límites”. “Odio” puede tener el propósito positivo de “motivar” a una persona a pasar a la acción. Las intenciones positivas detrás de algo como la “resistencia al cambio” pueden abarcar un registro de cuestiones; incluyendo el deseo de reconocer, honorar o respetar el pasado; la necesidad de protegerse a uno mismo permaneciendo con lo familiar, y un intento de aferrarse a las cosas positivas que uno tuvo en el pasado.
Incluso los síntomas físicos pueden servir a un objetivo positivo.
Los síntomas físicos a menudo alertan a las personas de que algo está desequilibrado. A veces estos síntomas físicos son incluso un signo de que algo se está curando.

A veces un comportamiento o síntoma de un problema específico puede hasta servir para múltiples intenciones positivas.

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