sábado, 11 de mayo de 2013


Que es la Meditación trascendental
La Meditación Trascendental  se puede referir a una técnica de meditación basada en la repetición de mantra o al Movimiento Meditación Trascendental. Tanto la técnica de meditación como el movimiento fueron creados en India a mediados de la década de 1950 por Maharishi Mahesh Yogi y alcanzó extensión mundial en los años 1960.
La meditación trascendental es un método de meditación que, según la organización Meditación Trascendental, se pueden utilizar en la búsqueda de la salud y la vitalidad.
La esencia de estas técnicas es que nos permiten establecer un paréntesis en nuestra rutina diaria, un espacio en el que las reglas de juego son diferentes y las establecemos nosotros, un momento que dedicamos a trabajar con nuestra parte menos física: la mente, mediante la autosugestión y la constancia. Es frecuente encontrar la relajación y la visualización unidas en una técnica única. Y esto es especialmente útil para personas que tienen facilidad para "ver mentalmente" y en cambio, les cuesta relajarse por otros métodos.
Primero, si se relaja, todo es más fácil. De hecho es nuestra incapacidad para relajarnos en determinados momentos lo que produce nuestros estados de irritabilidad, cansancio, insomnio y un largo etcétera. Relajarse debería ser un proceso natural, pero a fuerza de vivir estresados, muchas personas necesitan aprender "técnicas de relajación" para poder hacerlo. Estas técnicas lo que hacen es básicamente:
1-      Crear un momento y ambiente propicio para el descanso, sitio cómodo, buena temperatura, luz tenue, música suave o silencio, etc. Una vez en esas condiciones, guiar la mente de la persona a producir un relax físico. Hay muchas técnicas. Desde "dejarse llevar por la música" hasta tensar los músculos al límite para luego relajarlos, el abanico es inmenso, hay para cada gusto.
2-      La naturaleza de la mente es pensar. Guiamos la mente hacia un tipo de pensamientos determinados que elegimos. Digamos que ocupamos la mente en recrear una imagen que puede ser "nueva" o no, como cuando traemos a la mente un recuerdo de algo que hayamos vivido. En la visualización, no solamente utilizamos la facultad de la mente de recrear situaciones como en una pantalla de cine, sino su capacidad de reproducir las emociones que acompañan a esas imágenes, en un plano físico. En otras palabras, creamos una imagen y experimentamos las emociones que producen esas imágenes en nuestro cerebro. También se suele concentrar la atención en cada parte del cuerpo: pie, tobillo, pantorrilla, muslo, cadera... partes del cuerpo y de la cara, y distenderlas, relajarlas, dormirlas, hacerlas más pesadas, ablandarlas, derretirlas, evaporarlas, hundirlas, etc, mentalmente en el proceso de autosugestión, con el fin deseado.

Si se pregunta a cualquier persona que practique con regularidad cualquiera de estas técnicas, seguramente dirá que en su vida existe un antes y un después: un "antes" de aprender y practicar su técnica, y un "después" de llevar practicándola con asiduidad. Efectivamente, actúan prácticamente como vitaminas o drogas para la mente. "Ponen" allí donde falta, "quitan" donde sobra y "engrasan" los mecanismos de tal forma que con tiempo y constancia, el conjunto de lo que somos, empieza a funcionar cada vez más armónicamente si es esa la finalidad "programada".
Una sesión de meditación empieza por relajar el cuerpo y la mente. A veces puede incluir algún tipo de visualización preparatoria, pero meditar no es sólo relajarse o visualizar. Aquí no hay solo "descanso", ni sólo imágenes placenteras. Y tampoco necesariamente hay experiencias místicas. Como en todos los quehaceres de la vida también hay una forma religiosa, espiritual, mística de entender la meditación. Pero no es inherente a ella. Los actos en sí mismos no tienen tendencias ni simpatías. Una persona profundamente religiosa, experimentará y plasmará su rito en cada acto de su vida: desde comer a trabajar. Una persona agnóstica, por el contrario, no verá en comer o trabajar más que una actividad de las muchas que componen sus días.

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